Perfil del alumno

El alumno constituye la razón de ser de todos nuestros esfuerzos educativos. Debe estar abierto a la propuesta de asumir gradualmente el proceso de su propia educación, para el desarrollo de su personalidad en todos los ámbitos.

Nuestro colegio se propone que el alumno logre:

  • Conocimiento serio, sistemático y profundo de la fe católica.
  • Compromiso personal claro en los valores evangélicos que lo hagan vivir como hijo de Dios, hermano de los hombres y administrador de las cosas.
  • Participación activa en la misión de la Iglesia.
  • Capacidad para descubrir y realizar su vocación en un proyecto de vida cristiano.
  • Capacidad de asumirse en su realidad sexual y afectiva natural, con una madurez que le permita ubicarse adecuadamente en las relaciones humanas, descubriendo el sentido de la sexualidad desde la visión cristiana del hombre.
  •  Capacidad de reconocer y potenciar sus cualidades.
  • Habilidad para distinguir y relacionar los conocimientos de las diferentes áreas del saber a fin de integrarlos en un todo.
  • Capacidad para juzgar adecuadamente la realidad y desarrollar un espíritu crítico.
  • Superar su individualismo a través del trabajo en equipo.
  • Desarrollar virtudes de ciudadano honesto y de amor a la Patria.
  • Valorar el arte en sus diversas expresiones, desarrollando sensibilidad ante la belleza y la armonía.
  • Tomar conciencia de su cuerpo desarrollando y encauzando responsablemente sus potencialidades, adquiriendo destrezas básicas en el dominio del mismo.

En definitiva, éste proyecto de vida cristiano para nuestros jóvenes se vería perfilado en el cultivo auténtico de su cuerpo y de su espíritu.

Nuestra modalidad, propia de Colegio Parroquial, queremos expresarla a través de:

  • El crecimiento religioso, personal y social.
  • Actitud de servicio, como entrega y disponibilidad a los demás.
  • Búsqueda de la verdad, desde el encuentro consigo mismo, abierto ante los acontecimientos del mundo, los hombres y Dios.
  •  Exigencia personal, en el acceso a una formación cultural integral, calificada y competente en su especialidad educativa.

 Participación a través de actitudes de solidaridad y encuentro permanente.